Es difícil lograr cualquier cosa sin un plan. Ya sea que esté entrenando a un equipo de fútbol, cocinando la cena de Acción de Gracias o que esté administrando una pequeña empresa, necesita un plan estratégico.
Un plan estratégico analiza todas las cosas que su pequeña empresa podría hacer y lo reduce a las cosas que realmente es bueno para hacer. Un plan estratégico también ayuda a los líderes empresariales a determinar dónde pasar tiempo, capital humano y dinero.
Pero, ¿cómo deberían abordar las pequeñas empresas la planificación estratégica? Hay cientos de libros de negocios dedicados al tema. Hemos leído la mayoría de ellos. Pusimos a los demás en nuestra estantería solo para el espectáculo.
Desarrollar un plan estratégico puede parecer un proceso abrumador, pero si lo descompone, es fácil de abordar. Aquí está nuestro enfoque de cinco pasos:
1. Determine dónde está. Esto es más difícil de lo que se ve. Algunas personas se ven a sí mismas cómo quieren verse a sí mismas, no cómo se le parecen a otros. Muchas pequeñas empresas se atrapan en esta misma trampa.
Para una imagen precisa de dónde está su negocio, realice auditorías externas e internas para obtener una comprensión clara del mercado, el entorno competitivo y las competencias de su organización (su verdadera, no percibida, competencias).
2. Identifique lo que es importante. Concéntrese en dónde desea llevar su organización con el tiempo. Esto establece la dirección de la empresa a largo plazo y define claramente la misión (mercados, clientes, productos, etc.) y visión (conceptualización de lo que debería o podría ser el futuro de su organización).
¿Cómo se construye un plan estratégico?
La planificación estratégica es el proceso de definir la dirección de su negocio, que describe un camino desde su presente hacia un futuro preferido. Un plan estratégico captura la misión y los principios básicos de una organización, imaginando el cumplimiento de estos ideales. La planificación estratégica es conceptual y práctica, presentando los objetivos de gran imagen y formas específicas de lograrlos.
Si bien los planes estratégicos se pueden moldear para satisfacer las necesidades de cada organización, generalmente incluyen los siguientes elementos:
- Una evaluación integral del presente de la organización, incluidos los éxitos actuales y las luchas
- Una articulación clara del propósito y los valores centrales de la organización
- Una visión específica de cómo la organización puede cambiar para mejor en el futuro
- Un plan práctico para lograr el cambio y superar los posibles obstáculos
En esencia, un plan estratégico proporciona un conjunto coherente de objetivos con los que alinear los esfuerzos de su organización. En momentos de dificultad o indecisión, puede ser una luz guía.
Sin un plan estratégico, una organización no puede proceder colectivamente hacia un conjunto compartido de objetivos. Esta limitación puede impedir la moral, la productividad y la innovación, entre otros aspectos clave del éxito organizacional.
En ausencia de claridad estratégica, los equipos pueden centrarse en indicadores individuales, como ingresos, ganancias o participación de mercado. Pero ninguna de estas métricas es inherentemente motivadoras por su cuenta, y los colegas pueden chocar sobre cómo priorizarlas.
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